La Habana, una ciudad donde el tiempo se detiene y el mar cuenta historias de siglos pasados. Con sus coloridas fachadas, su arquitectura colonial y sus calles llenas de ritmo, La Habana es más que la capital de Cuba: es el alma de la isla. Con vistas al Caribe, la ciudad siempre ha vivido en diálogo con el océano, obteniendo fuerza, cultura y conexión de su patrimonio marítimo.
El puerto de La Habana, enclavado en una de las bahías naturales más protegidas del mundo, ha sido durante mucho tiempo una puerta histórica al Caribe. Antaño un centro clave en las rutas comerciales coloniales españolas, el puerto sigue siendo hoy en día esencial para el comercio y la identidad cubanos. Aunque modesto en tamaño en comparación con los gigantes mundiales, encarna la resiliencia, la historia y una relación profundamente arraigada con el mar. En La Habana, el puerto no es solo infraestructura, es memoria, movimiento y la promesa de nuevos encuentros.